Mejora genética para conservar y proteger la producción de leche de oveja Latxa, Manech y Basco-Bearnesa

El proyecto ARDI llega a su fin y para dar a conocer los diversos aspectos que se han trabajado y los principales resultados que se han obtenido, el pasado 30 de septiembre se celebró la jornada final del proyecto. Tuvimos el placer de contar con la presencia de cerca de 70 personas, entre ellas ganaderos de ambos lados de la frontera, técnicos de centros de gestión y centros de selección, investigadores, representantes de asociaciones relacionadas con el sector y representantes de las diputaciones, Gobierno Vasco y Navarro y Ministerios de agricultura Español y de la región Nouvelle-Aquitaine.

En este contexto tan cercano a la realidad de las razas autóctonas de ovino lechero del Pirineo, se subrayó la importancia de la innovación en el sector agrario que se está llevando a cabo mediante la implementación de nuevas metodologías y el uso de la información genómica. Al tratarse de razas tan relacionadas, se plantea una acción conjunta: avanzar hacia la gestión común de los distintos programas de mejora genética que existen. Esta estrategia permitirá compartir experiencias y aprender del otro, con el fin de aumentar su competitividad y reforzar su asentamiento y explotación.

A lo largo del desarrollo del proyecto, ha sido posible reforzar las conexiones entre razas, mediante el intercambio de material genético y se han realizado reuniones conjuntas con ganaderos de ambos lados del Pirineo. Además, en la raza Latxa se ha dado un gran avance en la implementación de la selección genómica, mientras que en Manech se ha reforzado el establecimiento del esquema genómico.

Con el objetivo de valorizar lo mejor posible el esfuerzo de toma de datos, también se ha analizado cual sería la mejor manera de compartir la máxima información posible y poder comparar entre razas tanto los datos de producción, como valores genéticos. Asimismo, se ha trabajado conjuntamente en la uniformización caracteres de morfología mamaria y de calificación morfológica y en nuevos caracteres como el parasitismo, la longevidad funcional o la robustez.

La jornada permitió llevar a cabo una mesa redonda con ganaderos en la que se discutió la utilidad de formar una agrupación que posibilite el trabajo en común y los beneficios que ello podría ofrecer. La jornada culminó con la firma de dicha agrupación, bautizada como ARTALDEAN, que contó con el apoyo de las instituciones para lograr avanzar hacia la gestión común de los programas de mejora genética.